2 cebollas moradas
2 zanahorias
4 filetes de pollo
80 gr de pistachos pelados
6-7 dátiles
300 ml de caldo de pollo Gallo
200 ml de moscatel (vino dulce)
1 cucharada de almidón de maíz
Sal y pimienta al gusto
Parte las zanahorias y las cebollas en juliana y saltéalas en una sartén con aceite de oliva. Cuando se ablanden, añade los dátiles y los pistachos picados y mezcla todo bien.
Golpea los filetes de pollo para que queden finitos y ponlos sobre un papel film.
Salpimenta y extiende la mezcla del relleno sobre ellos.
Enróllalos con el papel film y únelos con palillos o hilo para que no se deshagan.
Séllalo en la sartén por todos lados y ponlo en una fuente de horno. En la base vierte el caldo, el vino y hornea a 180ºC 20 minutos.
Pasado el tiempo, baña la pechuga con el caldo de la base y hornea 20 minutos más.
Saca la pechuga y córtala en rebanadas. Pon el resto de la salsa en una sartén con el almidón de maíz diluido en agua fría y déjalo cocinar a fuego medio, removiendo hasta espesar.
Emplata añadiendo la salsa por encima.